En vísperas de la segunda ronda de presidenciales, que se celebrará en Ucrania el 7 de febrero, no cesa la desconfianza y los recelos entre los candidatos —la actual primera ministra Yulia Timoshenko y el líder opositor Víktor Yanukóvich— a causa de la enmienda en la ley electoral. Según las últimas encuestas, la diferencia entre los rivales sigue siendo de 10% a favor de Yanukóvich.
Timoshenko amenazó con manifestaciones masivas en caso de que sean manipulados los resultados de las elecciones después de que el presidente vigente, Víktor Yúschenko, aprobara la enmienda a la ley electoral, propuesta por el Partido de las Regiones.
A su vez a Yanukóvich, al introducir la enmienda, lo motivó la necesidad de cambiar el sistema de quórum alegando que los partidarios de Timoshenko en el día de las elecciones podrían estar ausentes en la comisión adrede, amenazando la legitimidad de los comicios.
“Yulia Timoshenko y su bloque entienden que no ganarán estas elecciones. La gente no votará por mentira sistemática, por los que destruyeron la economía del país. Por eso queremos impedirles poner en peligro los resultados de los comicios”, comentó un miembro del Partido de las Regiones, Anna German.
Además, Víktor Yanukóvich anunció que no habrá tercera ronda en Ucrania, ni siquiera la repetición de Maidan de 2004.
“¿De qué tercera ronda están hablando? Nunca más habrá en Ucrania ni Maidan ni tercera ronda. Eso es una 'página negra'", declaró Yanukóvich.
Los expertos consideran que Yanukóvich tiene más posibilidades de alcanzar la victoria debido a su supremacía del 10% en la primera vuelta. Sin embargo, el politólogo Ucraniano Víktor Bala opina que el resultado de las elecciones no tendrá un carácter decisivo ya que “los poderes del presidente son bastante restringidos y el Partido de las Regiones carece de la mayoría segura en el órgano legislativo”.