La primera presidenta de Costa Rica promete dialogar con todos
Laura Chinchilla, la candidata del partido gobernante de Costa Rica, se convirtió en la primera presidenta en la historia del país. Según los datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), obtuvo un 46,8% de los votos. Le seguió Ottón Solís, del centro-izquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), con el 25% de los votos, quien ya reconoció su derrota.
En cuanto el TSE confirmó los resultados de la votación, miles de partidarios de Chinchilla se lanzaron a las calles de San José y otras ciudades a festejar el triunfo de su candidata, que comenzará su mandato de 4 años a partir del 8 de mayo. Con banderas verdiblancas, pancartas y ataviados con camisas del partido gobernante, gritaron lemas a su favor.
Al pronunciar el discurso durante este mitin, la nueva presidenta prometió abrir un diálogo con todos los sectores, mejorar la calidad de la salud, la educación y la seguridad. En particular, aseguró que va a “dialogar de manera seria y permanentemente con todos los partidos y sectores sociales”, lo que, según Chinchilla, permitirá aumentar la efectividad de las autoridades. También subrayó que planea mejorar la situación de la seguridad, indicando que la mayoría de los ciudadanos la consideran como el problema más grave del Estado.
El nuevo Gobierno debe aumentar la calidad de la educación y la sanidad pública y, además, garantizar el desarrollo progresivo de la economía del país, dijo. Al mismo tiempo, prometió continuar los pasos para convertir a Costa Rica en 2021 en una nación que contrarresta la totalidad de sus emisiones de carbono.
La representante del Partido Liberación Nacional se graduó en la Universidad Estatal de Costa Rica y la de Georgetown en EE. UU. como politóloga. Comenzó su carrera política en 1994 cuando fue nombrada viceministra de Interior y después como ministra de este ramo. Abrió una guerra sin cuartel contra la narcomafia y permitió a las mujeres trabajar en los cuerpos de seguridad, ocupando un cargo. En 2002 fue elegida como diputada de la Suprema Asamblea Legislativa del país y llegó a ser vicepresidenta y ministra de Justicia después de la elección de Óscar Arias.