Observadores elogian el carácter democrático de las elecciones en Ucrania
Los observadores internacionales y la Unión Europea han reconocido la limpieza del proceso electoral en Ucrania. Según el escrutinio preliminar realizado por la Comisión Central Electoral de Ucrania (CEC), tras procesar el 99,44 % de los sufragios Víctor Yanukóvich ganó al obtener el 48,81% de votos, y Yulia Timoshenko 45,61%.
Los observadores opinan que Ucrania está creando una tradición en lo que a las elecciones democráticas se refiere. Según la declaración de la misión internacional de observadores, el segundo turno de las elecciones presidenciales “responde a la mayoría de los estándares internacionales y los compromisos del país” ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Europa. Asimismo en el documento se indica que estos comicios “consolidaron el progreso alcanzado después de 2004”. El presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE y coordinador de las misiones de observadores, Joao Soares, afirmo que “la votación ha sido un ejemplo elocuente de unas elecciones democráticas". El efectivo trabajo de las comisiones electorales, junto con la asistencia masiva de los votantes, impidió que se cumplieran las expectativas pesimistas.
Aunque los resultados oficiales no se han anunciado todavía, los partidarios de Víktor Yanukóvich han empezado a cantar su victoria. A pesar de que el lunes por la noche la Comisión Electoral Central de Ucrania anunció una pausa en su trabajo hasta la mañana del martes, muchos miembros del Partido de las Regiones siguen en la plaza frente al edificio de la CEC, con el fin de que el trabajo de la comisión no se someta a presión en el momento de hacer el balance.
En cambio, el bloque de Yulia Timoshenko declaró su intención en la organización de acudir a un tercer turno de los comicios presidenciales. Según informaron a los periodistas los diputados del bloque de Timoshenko, la desproporción entre los resultados de los candidatos es menor que el índice del fraude en los distritos electorales, y que alrededor de 1,5 millones de votos están en cuestión. Timoshenko anunció que “nunca reconocerá la legitimidad de la victoria de Yanukóvich” y encomendó a sus juristas a preparar la apelación de los resultados de las elecciones.
La rivalidad entre ambos candidatos tiene una larga historia. En octubre de 2004, cuando en Ucrania también se celebraban las elecciones presidenciales, Viktor Yanukóvich rivalizaba con actual presidente Yúshenko, quien tenía a Yulia Timoshenko como su aliada. Aquellos comicios se ganaron gracias, en gran parte, a las protestas populares, organizadas por sus adversarios, quienes obligaron a la gente salir a las calles.
Tomando varias medidas erróneas y poco populares, Yúschenko no pudo acabar con la desastrosa situación económica del Estado. Asimismo, sus acciones públicas tambien promovían discusiones y a veces hasta encolerizaron a la masa social. Por ejemplo lo acontecido este enero, cuando nombró por decreto como héroe nacional a Stepan Bandera: un controvertido dirigente nacionalista ucraniano acusado de mantener vínculos con la Alemania nazi y ser partícipe de la matanza de millones de personas. Yulia Timoshenko apoyó a Yushchenko en aquella declaración. Muchos opinan que el nuevo presidente estará obligado a revocar esta decisión, así como otras muchas decisiones del Gobierno actual.