Las autoridades iraquíes notificaron a 250 empleados y ex empleados de la agencia de seguridad estadounidense Blackwater que deberán abandonar el territorio del país en un tiempo máximo de siete días, comunica AP. En caso contrario, sus visados serán cancelados.
Esta decisión de Bagdad se debe a que el 31 de diciembre de 2009 cinco agentes de Blackwater fueron absueltos de los cargos de asesinato de 17 iraquíes, en el juicio sobre un incidente ocurrido en septiembre de 2007. Un tribunal estadounidense dictaminó que en el curso de la investigación fueron infringidos los derechos de los acusados, que supuestamente habían atestiguado bajo las amenazas de perder su empleo. El Gobierno de Iraq expresó su descontento por la sentencia absolutoria y prometió llevar a los agentes de seguridad ante la justicia iraquí.
Según el Ministro del Interior de ese país, Javad al-Bolani, la expulsión sería aplicada en relación a los agentes que estuvieron en Bagdad en el momento de producirse el tiroteo. Todos los implicados en el caso recibieron la correspondiente notificación hace tres días.
Esta empresa de seguridad se encargaba, en Bagdad, de proteger embajadas y convoyes de altos funcionarios internacionales, una tarea difícil de realizar sin armamento. En septiembre de 2007, en un barrio de la capital iraquí, un convoy protegido por empleados de Blackwater recibió disparos de mortero, un ataque al que los 'mercenarios' respondieron abriendo fuego de manera indiscriminada y dando muerte a 17 personas, entre ellas a un agente de policía. La tragedia provocó el crecimiento de los sentimientos antiamericanos entre la población del país. Después de lo ocurrido, la compañía Blackwater decidió cambiar su nombre por el de Xe Services.