La cocina latinoamericana está de moda en Moscú
La cocina latinoamericana está de moda desde hace unos años en Moscú, pero los cocineros tuvieron que hacer algunos cambios en las recetas para adecuarlas a los paladares rusos.
Sería impensable para un turista de cualquier parte del mundo llegar a la capital rusa y no tomarse algún momento de su estadía para disfrutar de la gastronomía típica: los fantásticos panqueques rusos llamados blinis o el borsch, la sopa de remolacha que se sirve en casi todos los restaurantes de Moscú. Pero ¿cómo se da ese mismo intercambio a la inversa? ¿Qué prefieren los rusos a la hora de probar diferentes cocinas sin moverse de su propia tierra?
"Ahora aquí en Moscú está de moda de nuevo la comida criolla. Por eso los rusos vienen a los restaurantes latinoamericanos, les gusta, piden bien. Claro que hay que hacer ciertas adaptaciones porque el gusto de ellos es diferente al de nosotros, claro está", diceAmaury García Vázquez, chef de un restaurante cubano.
Amaury lleva años viviendo en Rusia y hace tiempo que se acostumbró a que todo es un tema de adaptación. El chef, encargado de un típico restaurante cubano en el centro de Moscú, sabe que para que sus clientes se vayan gustosos el delicioso plato Ropa Vieja, hecho a base de carne de cerdo y verduras, necesitará alguna alteración de la receta que en La Habana sería imposible hacer. "El sabor es un poco diferente. Porque en Cuba se utiliza la sal. Aquí yo utilizo la soja, la crema de leche,” explica Amaury.
Y mientras se mantenga la esencia, según los cocineros, en gastronomía todo está permitido, porque lo importante es que el comensal quede contento. De eso saben los responsables de los restaurantes de comida latinoamericana en Moscú, que cada vez son más y presentan los más diversos menús de delicias de países remotos de habla hispana.
Como Amaury, el argentino Sebastián Ojeda llegó a Moscú para ser chef de un restaurante típico de su país. Él tuvo que adaptar un poco el típico asado y las empanadas, receta original de los gauchos de su tierra.
"Yo empecé trabajando con carne argentina, pero me di cuenta de que al gusto de los rusos es un tanto dura. Les gusta mucho el sabor, pero aquí al ruso no le interesa tanto el sabor sino poder cortarla con el tenedor como decimos allá. Que no haga falta cuchillo, tiene que ser muy tierna", relata Sebastián sobre los gustos de los rusos.
Con algunos cambios, pero nadie podría dejar de sentir ese típico sabor argentino en las empanadas y el asado de este chef que son como una marca registrada. La aproximación es excelente y quienes tengan la oportunidad de viajar, podrán degustar esos mismos platos, esta vez, sin concesiones.