El Jackson Memorial al borde de la quiebra por los problemas económicos
El centro hospitalario Jackson Memorial situado en el sur del estado norteamericano de Florida, vive durante los últimos tiempos una grave situación debido a su zozobra financiera. Mientras la nueva Dirección que llegó en Junio, intenta hacerse con el control actuando en tres conflicitivos frentes.
El Jackson atraviesa muy duros momentos que lo han situado al borde del colapso económico. Una realidad que se refleja en la actividad diaria, falta de productos y medicamentos, retrasos en el cobro de las nóminas, impagos a los proveedores y gastos fijos. En definitiva un auténtico caos no ya sólo administrativo sino de personal y eficiciencia del servicio de salud, que ahora intenta ser solventado por sus ejecutivos los cuales aún están descubriendo el qué ha pasado y porqué se ha llegado a este punto.
Según se desprende de la auditoría encargada por la nueva gestora del hospital a Ernst & Young, el ejercicio fiscal de 2009 que se concluirá este mes arroja unas pérdidas de casi 204 millones de dólares, muy lejos de la cantidad -47 millones- hecha pública en un principio. Algo que choca frontalmente con lo publicado hace un año donde se anunciaba un superávit de casi 26 millones.
Pero para este 2010 los pronósticos no son tampoco muy favorables ya que el déficit podría llegar a los 230 millones de dólares. De seguir así el ritmo de gasto del centro, en mayo las arcas no podrían hacer frente al pago de los salarios del personal que conforma la plantilla. Si antes no se ponen en marcha medidas drásticas, asegura Christopher Bayer, responsable financiero del Memorial.
Pero antes la nueva Administración debe centrarse en 3 asuntos fundamentales y que requieren de importantes esfuerzos ya que son parte fundamental y responsable en el devenir de los acontecimientos que han llevado al hospital a la quiebra: estructurar una plantilla sobredimensionada donde los sindicatos tienen gran fuerza y peso dentro de la estructura y donde el personal tiene importantes salarios y beneficios; analizar el balance económico, comprobar si los cobros están al día y las partidas presupuestarias dónde se han invertido y porqué; estudiar la gestión de los centros satélite, que en un principio servirían para reportar grandes beneficios y que se han convertido en importantes rémoras.
La actual directora general Eneida Roldán ha planteado ya varias alternativas que vienen a paliar en mayor o menor medida “este modelo de negocio insostenible”. Entre las medidas destacan la posible reducción del presupuesto -1.900 millones- de entre un 20 al 25%. Además de eliminar el pago por la atención que el Memorial presta a los centros penitenciarios y a los asilos, tales acciones le supusieron al centro en 2009 más de 90 millones de dólares.
Roldán quiere también hacer más estricta su política de gestión de cobros ya que a día de hoy hay pendientes entre 187 y 197 millones generados por los impagos de los clientes. Una cantidad que para los anteriores gestores no suponía un gran quebranto en las arcas y que tras la llegada de los nuevos responsables, se ha convertido en una prioridad ya que ingresar ese dinero supondría algo más que esperanza para la maltrecha caja del Jackson.
En definitiva no hay tiempo para valorar ni criticar la cada vez más evidente pésima gestión de la Administración anterior, encabezada por Marvin O´Quinn. Al hospital se le agota el aire y es necesario agilizar las cuestiones antes descritas.
Para ello el martes se iniciará el proceso negociador entre el centro y los sindicatos. Sin hablar de cifras (fuentes aseguran 10.000), la primera semana de enero fueron despedidos 63 y hace unos días 22 gerentes y 2 vicepresidentes. Algo que para la Dirección no supondrá una disminución en la atención a los pacientes.
Según algunos asesores que estudian este caso, tanto el personal administrativo como el técnico está muy sobredimensionado, por lo que calculan que podrían ser prescindibles –sin alterar el funcionamiento eficaz, 1.400 empleos.
Una medida que Marcus Lapciuc, tesorero de la Junta, quiere llevar más lejos aún. Puesto que el 54% del coste total lo representan las nóminas y pagos por trabajo, cifra que según él debe bajar de manera radical.
No en vano dicho centro acoge además de su actividad habitual, a los estudiantes de Medicina de la Universidad de Miami, y se realizan intervenciones y tratamientos más importantes y que necesitan un gasto mayor.
Relacionado con esto, su personal médico y sanitario es el mejor pagado, hasta 10 dólares más por una hora trabajada que la plantilla de otros hospitales. Una circunstancia que ya generó los primeros debates internos entre el personal del Jackson, ya que ahora se estudia qué departamentos deben reducirse o quién deben cobrar menos.
Algo a lo que los sindicatos no están dispuestos a negociar y que representa un rechazo frontal a sus planteamientos para iniciar la negociación. Según la formación SEIU Local 1991, han mantenido varias reuniones con Roldán donde le fueron ofrecidas otras alternativas para conseguir la financiación suficiente, pero ésta nunca las ha tenido en cuenta y en cambio prefiere instaurar una política restrictiva de “limpieza”.
En conclusión son varios los factores, los problemas endémicos que parecen arrastrar a este gigante sanitario a un naufragio, para muchos ya conocido e inevitable. Además de la mala gestión, la situación económica global y el enquilosamiento de su estructura acomodada, parece que se hace más necesario que una reforma como la planteada por Obama, para salvar la situación del Jackson. Donde se prevé que la inversión deba partir de los impuestos que son aportados por el conjunto de la sociedad, éstos no pueden ir destinados a engrosar la ya abultada maquinaria burocrática y seguir manteniendo una red funcionaria que como al Memorial van asfixiando al sistema hasta su colapso.