La administración del parque de diversiones Alton Towers en el condado de Staffordshire, Inglaterra, denegó a una ardilla gris el acceso a la “montaña rusa”. La noticia fue publicada por el rotativo The Daily Telegraph.
Para obligar al roedor a cumplir con la normativa, instalaron artefactos ultrasónicos en la llamada Sonic Spinball.
La ardilla gris, apodada Sonic, fue perseguida tras haber subido a “la montaña rusa” durante la primera prueba de la mañana de la atracción, uniéndose a los visitantes que deseaban montarla antes de la apertura oficial del parque. Por si fuera poco el animal, amante de experiencias peligrosas, dejaba rastros de sus patitas en las superficies apenas pintadas y se robaba la comida de los obreros que reparaban las atracciones del parque para la inauguración de la temporada.
Morwenna Angove, responsable de marketing y ventas del parque Alton Towers, dijo que la conducta del infractor representa un verdadero peligro tanto para los visitantes, como para el mismo animal. Agregó que “es la primera vez que sancionan a una ardilla por montar una atracción, pero en todo hay una primera vez”.
Sonic Spinball fue oficialmente abierto para el público el pasado domingo 14 de febrero y se espera que la ardilla observe las restricciones impuestas.
La ardillas son roedores activos e inteligentes que protagonizan de vez en cuando accidentes en distintos grados de gravedad. El año pasado en EE. UU. se registraron varios casos de “vandalismo” típico de estos animales, entre ellos el de una ardilla que dejó sin electricidad la ciudad de Berlington, en el estado de Vermont, tras roer los cables de la planta central. Otra, se llevó varias banderas norteamericanas del cementerio de soldados, a 90 kilómetros de Detroit, para cubrir su agujero.
En el 2007 una ardilla “parásito” fue el motivo por el que un Boeing-777, que se dirigía de Dallas a Tokio, aterrizó forzosamente en Hawai.