El debate sobre los minaretes se trasladó de Suiza a Alemania

En una pequeña ciudad alemana, el intento de la comunidad musulmana de adjuntar un minarete a la mezquita, provocó un escándalo. Algunos políticos y líderes religiosos de Alemania temen que puede provocar el aumento del odio. Los musulmanes de la ciudad Felkingen en el suroeste de Alemania, hicieron un llamamiento a las autoridades municipales para autorizar la construcción del minarete en la mezquita, la cual lleva en la ciudad desde hace dos décadas.

Esta demanda ha provocado un debate en el consejo de la ciudad. Las autoridades han decidido pedir a los ciudadanos que valoren esta propuesta y les remitan su opinión. Los resultados de esta encuesta, sorprendieron a muchos: la mayoría no quería ver al minarete en su ciudad. Alguien escribió que es imposible construir el minarete en Alemania, porque Turquía no permiten la construcción de iglesias cristianas en su territorio. Alguien sugirió que los turcos que viven en el país deben asimilarse plenamente a la cultura alemana. Sólo unos pocos apoyaron la demanda de los musulmanes.

El periódico local Saarbrücker Zeitung, añadió más leña al fuego: la edición publicó a finales de enero un artículo editorial  bajo el título, 'No se puede construir el minarete'. Los autores escribieron que el minarete es un símbolo de "búsqueda islámico del poder", que durante el Imperio Otomano habitalmente se utilizaba como un signo de la conquista de nuevas tierras.

Los mismos argumentos fueron utilizados el año pasado en Suiza, donde los ciudadanos votaron en un referéndum nacional para prohibir la construcción de estas estructuras. El Felkingen a los musulmanes sólo les apoyó el pastor protestante local, Christian Weyer. "No nos importa si la mezquita puede ser reconocida por su apariencia", dijo en nombre de su parroquia.