Mediante imágenes obtenidas por satélites, los especialistas de la Universidad Johns Hopkins, EE.UU., pudieron observar el traslado de distintos objetos, incluidos tanques de combustible, y la aparición de nuevas construcciones en el polígono de Sohae. Se indica que la mayor actividad se desarrolló después del lanzamiento fallido del cohete Unha-3 en abril de 2012.
El análisis demuestra que antes del pasado mes de septiembre Corea del Norte probó al menos dos veces motores como los empleados para misiles de largo alcance y que se está construyendo una nueva plataforma de lanzamiento. Se llegó a esta conclusión basándose en la desaparición de los tanques de combustible, el color anaranjado del cemento y la vegetación afectada, según el informe de la Universidad publicado en la página 38north.org.
“Las pruebas más importantes son una clara señal de que el programa de misiles norcoreano avanza. No se sabe si se realizarán más pruebas en primavera, pero es posible”, opina el especialista de la página, el ex oficial del Departamento de Estado de EE.UU. Joel Wit.
En 2003 Corea del Norte fue el primer país en abandonar el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Tras las pruebas atómicas de 2006 y 2009, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas impuso sanciones contra Piongyang.
En los últimos meses las tensiones entre la República Popular y Corea del Sur se intensificaron después de que Seúl anunciara un acuerdo con Washington para desarrollar y desplegar misiles capaces de alcanzar objetivos en todo el territorio norcoreano.
El lanzamiento del cohete Unha-3 provocó sospechas entre las potencias occidentales y los Estados vecinos por un probable vínculo entre el programa de exploración del espacio y las pruebas de misiles nucleares. El Gobierno norcoreano reafirma que el carácter de su proyecto espacial es completamente pacífico.