Mediante el INCA el Estado dará licencias para plantar marihuana a particulares y a clubes de cultivadores que estén debidamente registrados, al mismo tiempo se hará el monitoreo de las plantaciones y se controlarán los estándares de calidad.
El autocultivo también está contemplado, con un tope máximo de seis plantas por domicilio y una cosecha anual de 480 gramos por persona.
Después del proceso de cultivo, el Estado mediante el INCA realizará las ventas a razón de 40 gramos por persona y por mes. La marihuana se ubicará en puntos de venta que tendrán atención personalizada y al mismo tiempo especializada, donde se orientará sobre los riesgos de la droga.
El proyecto asegura que los consumidores podrán elegir entre cuatro tipos de cannabis. El INCA, trabajando en conjunto con la Junta Nacional de Drogas, manejará toda la información sobre producción y ventas de marihuana en el país.