Separatismo en EE.UU.: Fruto de la frustración racista

Los 50 estados que componen EE.UU. piden la independencia de la Casa Blanca, iniciativas apoyadas por cientos de miles de personas, que han firmado las peticiones para que sus respectivas administraciones regionales se separen pacíficamente de la nación.
La solicitud de independencia,  según los firmantes, surge debido a que sufren abusos a sus derechos. Pero Juan José Gutiérrez, presidente de la organización Vamos Unidos USA, considera que son los ultraderechistas quienes buscan la independencia.

“Dejar de ser parte de la Unión americana tiene que ver con el hecho de la contundente victoria que obtuvo el presidente Barack Obama [en las elecciones de la semana pasada]”, dijo el experto.
Según él, son “personas frustradas porque han visto caer su poder político en EE.UU., un poder que estaba basado en el racismo y la discriminación ante el crecimiento de grupos minoritarios en este país”.
Son personas que quisieran seguir viviendo en la ilusión de que EE.UU. debería de mantenerse como un país mayormente blanco anglo-sajón sin tener que conceder nada a los grupos que no son anglos ni sajones"   

La lista es liderada por Texas, donde se han recolectado más de 100.000 rúbricas. Precisamente en las votaciones en Texas venció el candidato republicano Mitt Romney.
Los habitantes opinan que su estado es la decimoquinta economía más grande del mundo y manifiestan que "sus ideales políticos ya no se llevan a cabo por el Gobierno federal". 
“Son personas que quisieran seguir viviendo en la ilusión de que EE.UU. debería de mantenerse como un país mayormente blanco anglo-sajón sin tener que conceder nada a los grupos que no son anglos ni sajones, como serían afroamericanos, latinos, asiáticos, nativos, naturales y grupos étnicos diversos de todas partes del mundo que han venido a hacer de EE.UU. su país”, resaltó Gutiérrez.   Aun así, el Gobierno estadounidense se verá obligado a responder a la petición presentada ante la Casa Blanca, ya que la propuesta ha alcanzado la cantidad de firmas necesarias para ser atendida por el Ejecutivo.