En Salónica decenas de manifestantes irrumpieron en un centro de convenciones donde se mantenía una reunión de alcaldes alemanes y griegos y se enfrentaron con la Policía para expresar su protesta por la presencia de los representantes alemanes en el país.
Los manifestantes empujaron a un diplomático alemán, cuyo nombre no se divulga, y vertieron una taza de café sobre él, para enfrentarse luego con la Policía. Las acciones estuvieron acompañadas con gritos de “¡Fuera, nazis!” y unas grabaciones de programas de radio de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Los asistentes a la protesta acusan a Alemania de las medidas de austeridad impuestas a Grecia por los acreedores internacionales.