El fósforo blanco es una sustancia usada para causar incendios y paredes de humo capaz de quemar de gravedad a personas y reconocida por varias organizaciones como arma química.
Catner recalca que los ataques dirigidos supuestamente contra miembros de Hamás están afectando a civiles, entre ellos niños. Como todo el mundo, los participantes de esta organización viven en casas y se desplazan en vehículos, y este hecho se utiliza por la parte israelí de pretexto para bombardear objetos civiles en la Franja.
“He visto en el hospital a una chica de un año de edad herida justo antes de nuestra llegada. Todavía no me lo han confirmado, pero creo que está muerta ya”, cuenta el activista. También recuerda que este preciso intercambio de golpes militares comenzó hace una semana con un ataque aéreo israelí que mató a un chico de 13 años que estaba jugando al fútbol. “Entonces, esta operación militar comenzó y continúa con falta de consideración por la vida humana por la parte israelí”, subraya.
Personal médico afirma que “las lesiones producidas por los ataques israelíes pueden haber sido provocadas por fósforo blanco”. Además, se quejan de la falta de medicamentos e instrumentos necesarios en los hospitales, una consecuencia directa del bloqueo que Israel impone a la región desde hace años.
George Galloway, miembro del Parlamento británico, no pone en tela de juicio el uso de esta sustancia en la Franja de Gaza y afirma: “Los Estados Unidos son la principal fuente de armamento para Israel, a quien facilitan armas y fósforo blanco para operaciones desde aire, mar y tierra, que caen sobre la gente encarcelada en el campo de concentración más grande del mundo sin poder salir”.