Estudiantes latinoamericanos se acostumbran a la vida en Moscú

Rusia es uno de los destinos preferidos entre los estudiantes de América Latina. Se estima que en los institutos y universidades del país estudian casi 200 mil extranjeros, entre los cuales está una buena cantidad de latinoamericanos. Pero estos jóvenes tienen que acostumbrarse a la vida en un país tan distinto de su regíon natal.

La mayor cantidad de los universitarios forasteros la tiene la Universidad de la Amistad de los Pueblos de Moscú, donde estudian más de 350 hispanoamericanos. Para adaptarse a Rusia han creado asociaciones en las que el apoyo mutuo entre los miembros de la comunidad es clave.

“La gente que se encierra en los círculos latinoamericanos de habla hispana llega deprimida pues se da cuenta de lo ajeno que es uno  respecto al otro, o al ver que sus expectativas no se cumplen o cuando no encuentra lo que uno estaba acostumbrado en sus países”, dice Iván Valderrama, estudiante de medicina y presidente de la Federación de Estudiantes Latinos.

Iván considera que la integración con la población rusa es una manera de evitar la tristeza y la melancolía que los hispanoamericanos pueden sentir respecto a sus lugares de origen. “Nosotros pretendemos que la gente se integre, pero no que se inmiscuya en la cultura rusa, que no sea realmente ruso. No pretendemos que sean rusos, sino que  entiendan a los rusos, su forma de pensar, que empiecen a recorrer Rusia, que vean los museos, que vean todo lo que nosotros como pequeños países no podemos tener realmente”, agrega.

Para facilitar la unión entre latinos y rusos surgió una iniciativa que busca congregar todos los domingos en un club de Moscú tanto a estudiantes iberoamericanos, como a rusos interesados en la cultura hispanoamericana. Allí se puede ver presentaciones de grupos musicales, bailes tradicionales, exposiciones y proyección de películas en español.

“Cuando empiezas a relacionarte con la lengua española, lo que surge es que también empiezas a relacionarte con la cultura española, o la cultura latinoamericana o todo a la vez, porque son cosas inseparables”, dice Ekaterina Samsonkina, profesora de español de la misma universidad.