Este paro es el primero durante el mandato de la presidenta. "Hay motivos sobrados para hacer esta medida. De esta manera es posible empezar un camino para que este Gobierno se saque los tapones de los oídos", comentó en vísperas de la huelga uno de sus impulsores, Pablo Micheli, de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).
El objetivo es exigir de las autoridades la subida del salario mínimo hasta los 5.000 pesos (1.042 dólares estadounidenses), un incremento del mínimo salarial a partir del cual se aplica el impuesto a las ganancias y un "aumento de emergencia" para los jubilados, cuyo ingreso mínimo es de 1.880 pesos (392 dólares) mensuales.
Según el jefe de Gabinete del Gobierno, Juan Manuel Abal Medina, "mientras en el mundo las centrales sindicales reclaman por el desempleo y el ajuste, acá unos pocos dirigentes con ambiciones políticas recurren al bloqueo de rutas y servicios para hacer sentir una medida que no cuenta con el apoyo de la clase trabajadora". Según el analista político Javier Romero, el verdadero motivo de la huelga es que a un año de las elecciones parlamentarias en Argentina, varias figuras están buscando un mayor protagonismo político.
Este martes no habrá atención en los bancos de todo el país y se obstaculizará también el servicio de los cajeros automáticos. La mayoría de hospitales públicos tiene planeado cerrar sus puertas. Quedará paralizada una gran parte del transporte público. Las líneas aéreas advierten sobre posibles demoras y cancelaciones de vuelos, sin dar más detalles. Habrá cortes de carreteras y calles en diferentes puntos del país y se planea bloquear el acceso a la capital argentina.
En la huelga participarán también los funcionarios de la aduana argentina, lo que causará al menos cuatro bloqueos fronterizos por 24 horas, entre ellos, el del paso de Los Libertadores, la principal ruta terrestre entre Argentina y Chile. No habrá recogida de basura y tampoco venta de combustibles.