EE. UU. cierra su consulado en México tras varios tiroteos
Las autoridades estadounidenses anunciaron el jueves el cierre temporal de su consulado en la ciudad fronteriza de Reynosa, en México, tras varios tiroteos en los últimos días posiblemente relacionados, según las fuentes, con el narcotráfico.
El consulado de Reynosa, ciudad ubicada en el norteño estado de Tamaulipas, "sólo asiste a ciudadanos estadounidenses" y "permanecerá cerrado temporalmente hasta nuevo aviso", indicó una fuente de la legación diplomática de Estados Unidos en Monterrey, capital del estado de Nuevo León, informa EFE.
En los últimos días se han registrado enfrentamientos, con un saldo de unos 25 muertos, en poblados rurales de Tamaulipas y en el estado vecino de Nuevo León, debidos, según las autoridades mexicanas, a la declaración mutua de guerra entre el cártel del Golfo y sus antiguos socios Los Zetas.
Además, el consulado estadounidense en Matamoros, otra ciudad de Tamaulipas, "ha restringido los viajes de funcionarios estadounidenses a Reynosa hasta nuevo aviso", precisó la sede diplomática de Estados Unidos en Monterrey en un comunicado.
Fuerzas militares y policiales de México se han desplegado en la frontera entre Nuevo León y Tamaulipas por la existencia de informes sobre el desplazamiento a la zona de comandos armados identificados con las siglas CDG (Cartel de Golfo).
En las ciudades de Reynosa y Nuevo Laredo y en varios municipios rurales se han suspendido las clases en las escuelas debido a los rumores que circulan sobre nuevos enfrentamientos entre los ahora grupos rivales.
La violencia atribuida al crimen organizado del narcotráfico en México dejó en los últimos días al menos cuarenta muertos, la mayoría de ellos en los estados de Tamaulipas y Oaxaca, en el sureste.
La agencia EFE informó de que el estado más afectado por esta espiral violenta fue Tamaulipas, en el Golfo de México y fronterizo con EE. UU., donde las autoridades reportaron 19 muertos y ocho heridos por enfrentamientos entre miembros de las Fuerzas Armadas y grupos de sicarios, así como entre bandas rivales.
En México operan al menos seis grupos de narcotraficantes, entre ellos los más poderosos son el de Sinaloa y el del Golfo.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, quien asumió el poder en diciembre de 2006, ha enviado en todo este tiempo un total de 45.000 soldados y 20.000 agentes federales para combatir a los cárteles de las drogas en las zonas más conflictivas del país.
Durante estos tres años, 17.000 personas han muerto, la mayoría, según las autoridades, por ajustes de cuentas entre bandas enemigas.