El informe considera los daños infligidos a la agricultura, la sanidad y el sector social. El segmento agrario sufrió 120 millones de dólares en daños. La suspensión de las actividades económicas durante ocho días supuso la pérdida de 40 millones de dólares. En cuanto al resto del daño económico, se calcula teniendo en cuenta los edificios destruidos y la infraestructura que se vio afectado por los ataques aéreos israelíes.
Para hacer frente a estas desastrosas consecuencias económicas, el informe exige un levantamiento de las restricciones israelíes sobre Gaza, de acuerdo con la tregua que puso fin a las hostilidades el pasado miércoles.
La contundente respuesta israelí a los ataques de cohetes de Hamás dejó más de 160 palestinos muertos, la mayoría de ellos civiles.
Esta semana el gobierno de Israel rindió cuentas del gasto de su Cúpula de Hierro en la operación en Gaza destacando que mereció la pena el dinero invertido.
Las intercepciones de cohetes palestinos por el sistema israelí durante los ocho días de combate en Gaza costaron a Israel unos 25-30 millones de dólares.
Tel Aviv comenzó a bombardear Gaza la semana pasada con el objetivo declarado de detener los ataques con cohetes contra su territorio por parte de Hamás.
La operación terrestre fue suspendida después del esfuerzo diplomático internacional, encabezado por Egipto, que derivó el miércoles a un acuerdo de alto el fuego.
Entre las muchas condiciones de la tregua el acuerdo estipula que las fronteras de Gaza deben abrirse para facilitar la circulación de personas y bienes, y que los movimientos libres de los residentes no deben ser restringidos, mientras que "todas las facciones palestinas deben detener todas las hostilidades de la Franja de Gaza contra Israel, incluidos los ataques con cohetes y todos los ataques en la frontera”.