Según los funcionarios de alto rango citados por el periódico 'The Wall Street Journal', eso “consolidaría a largo plazo la presencia militar estadounidense en el país si Kabul la acepta”.
La cifra se ubica dentro de los límites marcados por el comandante en jefe de la misión de la OTAN en Afganistán, John Allen: entre 6.000 y 15.000 efectivos. El general insistió en que ese número de militares sería el necesario para entrenar a las fuerzas de seguridad afganas para la lucha contra el terrorismo. Su sugerencia fue presentada este mes a la Secretaría de Defensa y al Comité de los Jefes de Estado Mayor, precisaron las fuentes del periódico.
Cualquier permanencia militar de EE.UU. en suelo afgano exigiría lograr un acuerdo nuevo con el presidente Hamid Karzai y un consentimiento mínimo por parte de la élite política del país. Mientras tanto, la sociedad afgana expresó ya en varias ocasiones, a través de manifestaciones multitudinarias, su reprobación por la presencia y el modo de actuar de los militares norteamericanos.
Una propuesta semejante fue sometida a las negociaciones intergubernamentales entre EE.UU e Irak en 2011, cuando la Casa Blanca pretendía dejar a unos 10.000 soldados tras la fecha de la salida definitiva, anteriormente acordada. Pero la respuesta de Bagdad fue el rechazo de plano de la iniciativa.