Además, las tormentas y los fuertes vientos dañaron seriamente a más de 900 viviendas.
Las autoridades locales anunciaron alertas de tormentas que implican riesgo para las vidas humanas en más de 500 localidades de Inglaterra, Gales y Escocia.
La Oficina de meteorología del Reino Unido espera que las lluvias amainen a mediados de esta semana, pero alertó de que las bajas temperaturas provocarán heladas en las zonas inundadas y pronosticó nevadas en el norte del país.
El primer ministro británico, David Cameron, aseguró hoy que el Gobierno hará todo lo que pueda para asistir a las víctimas y dijo a través de Twitter que estaba conmocionado por las "estremecedoras escenas de las inundaciones".