"Los medicamentos empiezan a escasear, así como las ambulancias para trasladar a los heridos graves a la capital. También hacen falta médicos oftalmólogos debido al gran número de pacientes que presentan heridas en los ojos", dijo a EFE un enfermero de un hospital tunecino.
Desde la capital se han enviado refuerzos y vehículos blindados para intentar acabar con las protestas, que se convirtieron en violentas. Varios periodistas internacionales también sufrieron heridas en estos choques, entre ellos un corresponsal de la cadena francesa FRANCE24, David Thompson.
Las protestas comenzaron hace una semana con una manifestación y una sentada pacífica frente a las oficinas del gobernador de la ciudad, que recibieron una dura respuesta policial. Siliana se encuentra en una región del país donde se registran altas tasas de pobreza y desempleo. Casi dos años después del inicio de la revolución que terminó con el derrocamiento del dictador Zine el Abidín Ben Alí, una gran parte de población continúa frustrada por la lenta recuperación del empleo y la economía en Túnez.