Pese a los recortes, Washington todavía posee un arsenal de 5.000 armas nucleares, así como otros recursos bélicos, incluidos buques y aviones, que podría utilizar para atacar a Rusia en medio de una crisis económica, según recuerda Jeffrey Lewis en su reciente artículo publicado en la revista 'Foreign Policy'.
“No se preocupen, todavía podemos atacar con armas nucleares a Rusia incluso si cayéramos al acantilado fiscal" , escribe el experto refiriéndose a los crecientes problemas de la deuda pública y otras dificultades económicas de EE.UU.
No se preocupen, todavía podemos atacar con armas nucleares a Rusia incluso si cayéramos al acantilado fiscal.”
Señala que las consecuencias de la reducción de programas militares nucleares en EE.UU. “no se notará durante años”. Por ejemplo, los submarinos que el país posee ahora “empezarán a envejecer sólo a partir del año 2027 y haciendo necesario retirar del servicio tan solo a uno cada año”.
Incluso la renuncia a los misiles balísticos intercontinentales de la llamada tríada nuclear (que también incluye submarinos nucleares y bombarderos estratégicos) no es una “amenaza insuperable para la capacidad de disuasión o la seguridad de Estados Unidos”, concluye Lewis.
El politólogo José Chalhoub cree que las políticas bélicas de EE.UU. van más allá de Rusia. Entre los objetivos de Washington se colocan también las ex repúblicas soviéticas “ricas en recursos naturales” y países como Irán en Oriente Próximo. Además, como una “meta a largo plazo”, EE.UU. está interesado en la “contención de una potencial amenaza china" no solo en lo militar, sino también en lo “económico y comercial”.