La Policía eslovena reprime el intento de los manifestantes de tomar el Parlamento

Las fuerzas policiales eslovenas emplearon cañones de agua y gases lacrimógenos contra los miles de manifestantes que se concentraron en la capital del país, Liubliana, intentando asaltar los edificios del Parlamento.
Los participantes en la protesta llenaron las calles de la ciudad exigiendo la dimisión de un Gobierno al que consideran “corrupto”. Los aproximadamente 8.000 manifestantes expresaban de este modo su descontento con la política de recortes que las autoridades llevan a cabo en el país para evitar el impago de la deuda soberana.

Numerosos agentes policiales fueron desplegados en torno al Parlamento y a otros edificios gubernamentales de la capital eslovena, bloqueando el centro de la ciudad para evitar que se repitieran los actos violentos que marcaron las protestas que tuvieron lugar a principios de esta semana en Maribor, la segunda ciudad más grande del país.


Eslovenia se enfrenta a una de las peores recesiones de los 17 países que forman parte de la zona euro. Su economía se ha contraído más de un 8% desde 2009 y sigue decreciendo, lo que provoca una fuerte caída de las exportaciones y del nivel de vida, y un aumento del desempleo, que asciende ya a un 12%.