El embajador de Irán ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh, leyó en una sesión a puerta cerrada ante el Consejo de los Gobernadores una lista de "50 preguntas pertinentes" sobre el programa nuclear de Teherán y ofreció 50 respuestas que demuestran, en su opinión, que el expediente de la agencia debería "cerrarse inmediatamente".
Tras 10 años de investigación, el organismo continúa sin poder determinar si el programa nuclear de Teherán tiene fines pacíficos o persigue objetivos militares tal y como sugieren países como EE.UU. e Israel. Por su parte, el OIEA reprocha a Irán que no coopera suficientemente con este organismo, lo que le impide llegar a una conclusión definitiva.
El diplomático iraní insistió, sin embargo, en que la finalidad de las actividades nucleares de Teherán es puramente pacífica. Reiteró también que las 6 resoluciones contra Irán decididas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas son "ilegales" y que el país "no suspenderá jamás" sus actividades de enriquecimiento de uranio.
Asimismo declaró que cualquier ataque a las instalaciones nucleares de Irán conduciría a la retirada de Teherán del Tratado de No Proliferación, que restringe la posesión de armas nucleares, y subrayó que el Gobierno de su país podría expulsar a los inspectores del OIEA e instalar sus máquinas centrífugas de enriquecimiento de uranio en lugares "más seguros".
Está previsto que la próxima ronda de negociaciones entre la agencia nuclear de la ONU e Irán se lleve a cabo el próximo 13 de diciembre en Teherán, después de varios encuentros celebrados este año en los que las partes no lograron alcanzar ningún acuerdo.