Mientras EE.UU. sigue inmerso en la peor crisis económica desde la Gran Depresión, el Pentágono afronta recortes masivos para ajustar el creciente déficit del país. Sin embargo, esta semana los militares de EE.UU. anunciaron el pago inicial de un paquete de 10.000 millones de dólares dedicados a la modernización de las armas nucleares que tiene en Europa, informó la revista 'Wired'.
Así, el martes Boeing firmó un contrato de tres años por 178 millones de dólares que ayudará, mediante el diseño de un nuevo kit de cola bajo, a mejorar la caída libre del arma nuclear B61. El plan incluye diseñar bombas guiadas por GPS, lo que podría hacer de esta versión mejorada el arma más precisa de destrucción masiva que jamás haya existido en el planeta.
El B61 es sólo uno de los 7 tipos de armas en el arsenal nuclear estadounidense y se estima que su actualización costará unos 10.000 millones de dólares en el transcurso de 5 años. Además, se necesitarán otros 5.000 millones para la bomba W78 y 4.000 millones más para la W76.
La revista afirma que casi todo este arsenal será renovado. Eso sí, recalca también que los planes militares respecto a quiénes van dirigidas dichas armas apenas variarán. De hecho, según declaró recientemente el director de un programa del Centro James Martin de Estudios sobre la No Proliferación, Jeffrey Lewis, “EE.UU. podría atacar con armas nucleares a Rusia incluso si cayera al 'acantilado' fiscal". Además, el Pentágono insiste en que necesita tomar estas medidas con el fin de mantener esta parte de su arsenal nuclear listo en previsión de que estalle una guerra.
B61, un arma obsoleta y peligrosa
El B61 es un arma nuclear estadounidense que fue diseñada en la década de 1960, entró en plena producción en 1968 y fue una de las principales armas termonucleares una vez finalizada la Guerra Fría. A menos que se reemplacen los componentes críticos de las armas, especialmente el gas tritio radioactivo que hace que la explosión nuclear sea más eficiente, los B61 podrían tener que ser retirados del continente a finales de esta década."Contar con componentes viejos significa tener armas nucleares menos seguras. Llevamos 60 años sin una detonación accidental y tenemos gran interés en mantener ese registro", dijo a 'Wired' John Noonan, un ex oficial de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. de misiles nucleares y portavoz del Comité de Servicios Armados del Congreso.
Se estima que EE.UU. almacena “secretamente” unas 400 bombas tácticas B61 en bases situadas en distintos puntos de Europa en países como Alemania, el Reino Unido, Bélgica y Holanda.