La Asamblea Nacional kuwaití consta de 50 escaños. 307 candidatos pretenden ocuparlos en esta ronda electoral, entre ellos 14 mujeres.
Es el segundo intento de renovar el Parlamento en menos de diez meses. En junio el Tribunal Constitucional anuló los resultados de la votación anterior, que suponían la victoria absoluta de los islamistas radicales.
Por vez primera, cada uno de los electores sólo podrá votar por un candidato. Antes de octubre pasado existía en el país un sistema electoral algo más complicado, cuando el votante gozaba del derecho de optar por cuatro personas de la lista distrital de candidatos. La derogación de aquella norma fue el motivo para que la oposición, en su mayoría, se negara a participar en los actuales comicios.
Los críticos del cambio, introducido por un decreto del emir, alegan que el voto único hace más fácil a las autoridades influenciar sobre el resultado de la votación. Además, creen que con esta elección las autoridades tratan de confeccionar un parlamento más obediente, que le permita al Gobierno adoptar leyes sin la revisión apropiada por parte de los legisladores.
La oposición espera que cerca del 70% de la población boicotee el sufragio, mientras que las fuentes pro-gubernamentales confían en una participación del 50%, según reporta AFP. Y el director del Observatorio político y electoral del mundo árabe y musulmán, Luciano Zaccara, no cree que esta jornada cambie mucho en la política de Kuwait o que “tome un partido internacional muy marcado hacia Estados Unidos o hacia otro país, porque eso evidentemente desequilibraría el precario balance de poder en el interior, que ya está bastante complicado”.
En la víspera de la jornada electoral más de 15.000 súbditos participaron en una marcha pacífica y expresaron su deseo de boicotear los comicios. Fue la primera concentración autorizada en Kuwait, después de que las autoridades prohibieran a grupos con más de 20 integrantes reunirse en la calle para evitar disturbios masivos.