Los servicios diplomáticos de varios países europeos, entre ellos Francia y el Reino Unido, están estudiando incluso la posibilidad de llamar a consultas a sus embajadores de Israel, una medida no aplicada nunca contra el país hebreo. En particular, “Londres está muy irritado” por las medidas antipalestinas, señala la fuente.
Esta vez no se trata simplemente de condenar, sino de actuar”.Israel, que se mostró muy descontento con el reconocimiento de Palestina como 'Estado observador no miembro' de Naciones Unidas, anunció también que retenía los 120 millones de dólares de impuestos recaudados a los palestinos, dinero que sirve para pagar los salarios de funcionarios públicos palestinos.
Incluso EE.UU., tradicional aliado de Israel, criticó la intención de construir en los asentamientos hebreos. “Estas actividades retrasan las negociaciones de paz”, según la Secretaria de Estado del país norteamericano, Hillary Clinton.