Alrededor de 25 personas de los 100 miembros del personal internacional que está ahora en Siria podría salir esta semana, según la organización internacional, que subrayó que este personal puede trabajar desde el extranjero. Además, se ha suspendido la llegada de un nuevo grupo de personal debido a "la situación de seguridad muy dificil".
El jefe adjunto de seguridad de la ONU en Siria, Sabir Mughal, dijo en un comunicado que ahora hay necesidad de vehículos blindados que protejan de los ataques a los convoyes de ayuda humanitaria. Últimamente bajo el fuego cruzado entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes algunos de estos vehículos resultaron seriamente dañados, lo que también pone en peligro las vidas de los trabajadores humanitarios.
"La ONU ha decidido enviar a todo el personal internacional no esencial fuera de Siria y suspender todos los desplazamientos fuera de la capital por el momento", dijo en un comunicado un portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Este lunes se reforzaron los ataques aéreos n el sur de la capital siria en una localidad controlada por los rebeldes. Según la organización opositora Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, las fuerzas gubernamentales lanzaron ataques aéreos en Beit Saham, un pueblo cerca de la autopista que lleva al aeropuerto internacional de Damasco.