La empresa militar privada Academi -anteriormente conocida como Blackwater y, más recientemente, Xe- es el ganador de un contrato sin licitación que le dará la posibilidad de enriquecerse por medio de la guerra de EE.UU.
Según wired.com/dangerroom, Academi ayudará a la recientemente creada Fuerza de Tarea Conjunta de Operaciones Especiales de EE.UU. en Afganistán con instalaciones de alojamiento y espacios de oficina en su enorme recinto de 10 acres en Kabul llamado Camp Integrity.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el vicepresidente Joe Biden han insistido últimamente en que la guerra de Estados Unidos en Afganistán terminará en 2014 y que todas las fuerzas combatientes serán retiradas.
Sin embargo, a pesar de la fecha establecida, el Pentágono tiene planes para mantener más de 10.000 soldados en el extranjero con el objetivo de realizar la llamada formación y operaciones de contraterrorismo con carácter preventivo. Ahora, gracias a Academi, miles de tropas dentro de las Fuerzas de Operaciones Especiales podrán alojarse en sus instalaciones.
"Hemos visto este tipo de relaciones estrechas y entrelazadas en la esfera entre las fuerzas públicas y privadas antes", dijo Peter Singer, un académico de la Institución Brookings.
"Los militares de EE.UU. y la CIA, según se informa, han contratado a estas empresas para hacer todo, desde bases de construcción, ejecución de las instalaciones y logística, hasta servir como guardia de las fuerzas en Irak y Afganistán. Llegas a un punto en el que te preguntas dónde empieza y dónde acaba el papel de los militares estadounidenses y de los militares privados. Pero para mí, la cuestión de interés es: ¿qué hemos aprendido realmente a partir de estas experiencias pasadas?".