Asimismo, el presidente egipcio, Mohamed Morsi, llamó a todos sus compatriotas a "superar sus diferencias" y a que "unan sus manos" por encima de sus afiliaciones políticas y las divergencias partidistas.
"La oposición cree que el artículo 6 es un problema. No voy a insistir en mantenerlo y, de todos modos, el decreto pierde su fuerza después del referendo", matizó Morsi en referencia a su decreto de finales de noviembre que le otorga poderes exclusivos para la “defensa de la revolución”.
Morsi también se comprometió a convocar una nueva asamblea para redactar una constitución si el actual proyecto es rechazado por el referndo.
El presidente egipcio ofreció mantener un diálogo nacional con todas las fuerzas políticas el próximo sábado, en el que se abordará el referendo sobre la Constitución y otros asuntos en disputa.
De igual manera, el presidente dijo que aunque respeta la libertad
de expresión, "no tolerará que haya asesinatos o actos de vandalismo", y
acusó a los manifestantes de haber asaltado el convoy presidencial en
la noche del pasado martes.
El decreto emitido por el presidente egipcio ha generado violentas protestas a lo largo del país. Las masivas manifestaciones que desembocaron en fuertes choques con la policía ya han causado decenas de heridos.