Los ejercicios de combate aéreos se llevaron a cabo durante 11 días del pasado mes en la región noroccidental de Xinjiang, según el sitio web del periódico del Partido Comunista 'El Diario del Pueblo'.
Los pilotos simulaban participar en combates aéreos y pusieron en práctica métodos para contrarrestar la interferencia electromagnética, según los informes.
Entre los aparatos involucrados en la prueba, que procedían de 14 unidades separadas, se encontraban los más modernos aviones de combate de China, el J-10 y J-11, junto con modelos más antiguos y Sukhoi Su-30s comprados a Rusia.
Los ejercicios son una clara demostración de la enorme mejoría experimentada por la capacidad militar de China, lo que ha suscitado inquietud en otras naciones de Asia y EE.UU.
El diario 'Global Times' calificó los ejercicios como los más grandes de los últimos años, tanto en potencia de fuego como por número de aviones. Además, los entrenamientos involucraron a un gran número de técnicos y expertos en misiles, radares y otras tecnologías relacionadas.
Estos ejercicios se producen en medio de la creciente tensión entre China y Japón por las islas Senkaku (Diaoyu). La disputa se tensó al máximo cuando en septiembre Tokio anunció la compra de tres de los polémicos islotes y China respondió con el envío de patrulleras a las aguas del archipiélago. La decisión de Japón desató violentas manifestaciones antijaponesas en China. A mediados de octubre China realizó varias maniobras militares en el mar Oriental de China.