Según sus declaraciones, el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado de EE.UU. planean cooperar el próximo año en una misión para derrocar a los extremistas islámicos con vínculos con Al Qaeda que tomaron el control de una parte importante de Mali, pequeño país de África occidental que todavía se está reponiendo después de un golpe de Estado el pasado mes de marzo, según afirma el Washington Post.
A principios de este año, los militares sacaron del poder al entonces presidente Touré Amandou Toumani, alegando que este era reacio a abordar el tema del extremismo por su propia cuenta. Sin embargo, desde entonces la junta militar no ha logrado mejorar la seguridad en el país y retomar el control de la parte norte de Mali capturada por los islamistas.
Ahora EE.UU. afirma que está listo para ayudar a los gobernantes militares, a pesar de que podría ser una clara violación de las leyes estadounidenses. El Pentágono no puede ayudar directamente a los responsables de derrocar a un líder democráticamente elegido, pero esto no significa que Washington no vaya a encontrar una manera de enviar apoyo al país africano.
De acuerdo con los testimonios de los funcionarios que hablaron con el diario estadounidense, tanto el Pentágono como el Departamento de Estado ayudarán a la oposición contra los terroristas mediante la capacitación, equipamiento y transporte de tropas para hacer frente a lo que el senador Christopher Coons ha denominado "el mayor territorio controlado por extremistas islámicos en el mundo ".