El presidente afgano matizó que la respuesta sobre la protección legal será positiva siempre y cuando las fuerzas norteamericanas respetan la soberanía, las leyes y la vida de los afganos, ayuden a equipar a las fuerzas de seguridad afganas y no arresten a los ciudadanos.
No obstante, hace tan sólo un par de días Karzai acusó a las tropas de EE.UU y de la OTAN de empeorar la situación de violencia y de inseguridad que vive su país. El analista Alfredo Amr Ruiz dijo en declaraciones a RT que el mismo mandatario afgano es una “marioneta” de EE.UU.
La garantía de la inmunidad judicial ha sido un tema clave para Estados Unidos y sus aliados. Washington retiró todas sus tropas de Irak después de que Bagdad se negara a conceder la protección legal a los soldados norteamericanos.
Dados los sangrientos antecedentes de las fuerzas norteamericanas y de la OTAN, involucradas impunemente en masacres de civiles a lo largo de los últimos 11 años, la sociedad afgana sigue preocupada, ya que considera que la concesión de la inmunidad judicial a los militares extranjeros después del año 2014, concluirá con el aumento de estos crímenes.
El año pasado se registró un récord de muertes de civiles en Afganistán: 3.021 fueron asesinados en ataques suicidas de los talibanes y bombardeos de la coalición. La ONU atribuye el 77% de estas muertes a la agresión talibán y el 14% a las acciones de las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) y afganas. La causa del 9% de los asesinatos cometidos se considera 'desconocida'.