Los expertos, designados por la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón, hallaron indicios de movimientos sísmicos bajo la planta Tsuruga que se remontan a hace unos 100.000.
Según los geólogos, es un período suficientemente reciente para admitir que la falla, en la costa del mar de Japón, podría permanecer activa.
El segundo reactor de Tsuruga, que se ubica directamente encima de la falla, será desmontado si se acepta oficialmente la conclusión de la comisión.
Japón comenzó a examinar en profundidad los riesgos de las centrales nucleares tras el accidente en la planta de Fukushima, provocado por el devastador tsunami de marzo de 2011, el peor desde Chernóbil y que aún mantiene a más de 50.000 personas evacuadas por la radiactividad.
A raíz del desastre, Japón, uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo, mantiene paralizados 48 de sus 50 reactores atómicos comerciales.