Como siempre, en un enfrentamiento contra un Ejército moderno el aire pertenecerá a los aviones de combate tradicionales y tripulados, capaces de resistir ante una sofisticada defensa antiaérea. Al menos esa es la posición oficial de la Fuerza Aérea de EE.UU. Sin embargo, los gigantes del sector militar podrían estar desarrollando en secreto al menos dos avanzados vehículos aéreos no tripulados, optimizados para intensos combates aéreos del futuro, asegura el portal wired.com.
Bill Sweetman, experto en temas aeronáuticos, ha recogido pruebas de que al menos dos empresas del sector, Lockheed Martin y Northrop Grumman, pueden estar desarrollando dos 'drones' furtivos ('stealth') y financiando estos proyectos con fondos secretos. Si estos robots se hacen realidad, la era de los aviones no tripulados recibirá un nuevo impulso.
Los UAV veteranos se van
Para que quede más claro, nadie cree que los aviones no tripulados vayan a dejar de tener un papel crucial en las 'sombrías' operaciones antiterroristas que lleva a cabo Washington en Pakistán, Somalia, Yemen, y por lo visto, pronto también en Malí. Pero cuando se trata de campañas puramente militares, los robots fracasarán ante una Fuerza Aérea nacional. A principios de este año, la Fuerza Aérea de EE.UU. anunció el polémico plan de reducir su flota de aviones no tripulados conocidos, tanto actuales como futuros.
En el marco de este plan serán retirados tanto el avanzado Block 30, como el UAV de reconocimiento a gran altura Global Hawk, (que caerá ante una versión actualizada del veterano U-2, desarrollado hace décadas). La producción de los UAV de ataque Reapers se redujo de 48 a solo 24 por año. De cara al futuro, la Fuerza Aérea canceló el proyecto 'abierto' de un avión de ataque no tripulado de propulsión a chorro, el MQ-X… Oficialmente la Fuerza Aérea está incluso considerando incumplir su promesa de desarrollar el bombardero estratégico de próxima generación 'opcionalmente tripulado', actualmente en desarrollo.
Otras tropas estadounidenses no comparten esa decisión. El Ejército de tierra mantiene los planes de comprar más de 100 UAV de ataque Predator. La Marina de Guerra está invirtiendo miles de millones en un furtivo 'drone' bombardero embarcado. Así, solo la Fuerza Aérea afirma que los actuales robots voladores no tienen futuro.
Cuando se trata de aviones no tripulados "es preciso devolver el desarrollo de la Fuerza Aérea a la normalidad", manifiestan el teniente coronel Lawrence Spinetta y ML Cummings en 'Armed Forces Journal'. Sin embargo, es muy probable que otros proyectos de UAV de la Fuerza Aérea estén prosperando dentro del presupuesto militar “clasificado” de 35.000 millones anuales. Por cierto, el 'drone' furtivo RQ-170 Sentinel, que apareció por primera vez en Afganistán hace cinco años y, posteriormente, espió en Irán y Pakistán, es un producto del presupuesto clasificado.
Nuevos proyectos para nuevas guerras
En un reciente artículo de la revista 'Aviation Week' se menciona que al mínimo dos proyectos de nuevos UAV furtivos y de propulsión a chorro todavía siguen encubiertos en los planes secretos de la Fuerza Aérea. En 2008 Northrop Grumman, el 'padre' del bombardero furtivo B-2, cerró con el Pentágono un contrato de 2.000 millones de dólares cuyos detalles siguen siendo secretos. Al mismo tiempo, Northrop contrató de consultor a John Cashen, especialista que fue el responsable de la geometría invisible a radares enemigos del B-2.
Al mismo tiempo Lockheed podría estar desarrollando un 'drone' espía, también furtivo, destinado a 'trazar el rumbo' al nuevo bombardero de la Fuerza Aérea, ayudándole a desactivar radares enemigos y designar objetivos para grandes bombarderos tripulados. Sweetman ha calificado este proyecto de “real y financiado”.
A juicio de la Fuerza Aérea los drones de hoy podrían haber alcanzado su 'techo' máximo de desarrollo pero los robots de combate del mañana ya están madurando bajo el amparo de secretos contratos del Pentágono.