La Corte de La Haya analiza una demanda contra el ex presidente mexicano Felipe Calderón por presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad presentada por un grupo de 23.000 activistas y abogados mexicanos.
El profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Víctor Manuel Quintana cree que en el caso de que siguiera adelante esta causa, Estados Unidos haría todo lo posible para defender a su vecino y socio en la lucha antidroga.
“Washington es un aliado de los gobernantes mexicanos porque ellos llevan a cabo la política de EE.UU. de seguir adelante la guerra contra el narcotráfico. Tenemos el caso del ex presidente Ernesto Zedillo que fue denunciado ya ante los tribunales norteamericanos por la matanza de Acteal en Chiapas en 1997 y hubo protección, la inmunidad del Gobierno norteamericano”, enfatiza Quintana.
El profesor no tiene duda “de que habiendo Felipe Calderón llevado a cabo la estrategia de Washington para combatir el narcotráfico, supuestamente Washington mismo lo defienda ante la Corte Internacional de La Haya en la que no cree EE.UU. De hecho EE.UU. no ha ratificado el acuerdo de la Corte Internacional y hay muchas o varias recomendaciones o resoluciones que no han seguido", constata.
"Creo que si hay sensibilidad por parte del Tribunal de La Haya debe poner atención no solo a esta demanda, sino a la anterior y a todas las quejas que han puesto diversos organismos internacionales, como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, sobre la situación en México contra la seguridad ciudadana y de los derechos humanos fundamentales” recalca Quintana.
El ex presidente mexicano Felipe Calderón es demandado ante el Tribunal de La Haya por la muerte de más de 100.000 personas en la lucha antinarco durante su mandato. Este caso contará con la defensa de Washington, según los analistas.
Humberto Moreira, ex gobernador del estado de Coahuila, aseveró que los mexicanos "pagarán toda la vida su estúpida guerra". Además, anunció que publicará tres libros en los que dará a conocer los detalles de las tropelías de Felipe Calderón.