En una tienda de armas que se encuentra cerca de la escuela de primaria escenario de la masacre del 14 de diciembre, los rifles AR-15, que es el arma que utilizó Lanza, el asesino de Connecticut, y James Holmes, el autor de la masacre en un cine en Colorado, son los más demandados, escribe el diario 'The Huffington Post'.
Los propietarios de otras tiendas de armas en Connecticut y Carolina del Norte, también constatan un aumento de la demanda. De hecho, en algunas tiendas la demanda de rifles AR-15 aumentó un 25%, mientras que en otras se formaron largas colas.
En Colorado la venta de armas aumentó 41% después del tiroteo registrado en un cine de la ciudad de Denver. En Arizona aumentó la venta de armas un 60% tras el tiroteo en Tucson en 2011.
Cada nueva masacre en EE.UU. pone sobre la mesa el debate sobre la necesidad de intensificar el control de armas. Después del tiroteo en la escuela de Connecticut, la petición para mejorar el control de armas reunió más de 170.000 firmas, cantidad que -según la legislación estadounidense-, garantiza que la petición sea examinada en el Congreso.
La tasa de venta de armas en EE.UU. se encuentra a un nivel record. Sólo durante el día de rebajas 'Viernes Negro' 154.000 estadounidenses compraron armas.
El problema de las armas tiene profundas raíces culturales
El periodista Alberto Rabilotta comentó en declaraciones a RT que el problema de las armas en EE.UU. es un problema cultural y no puede ser resuelto políticamente .“El problema de EE.UU. es que hay una cultura de armas que tiene las raíces profundas […] . La primera actitud de la mayor parte de la gente en EE.UU. es defender el derecho a poseer armas y a usarlas”, dice el periodista, subrayando que estamos ante un problema cultural grave, y no ante un sencillo problema social.
“Pueden tomar medidas para tratar de impedir la venta de armas automáticas, pero habrá matanzas con armas neumáticas”, advierte Rabilotta.