Putin: La prohibición de adopciones de niños rusos por estadounidenses es una respuesta "adecuada"

Vladímir Putin se mostró rotundo cuando habló sobre la ratificación por parte de EE.UU. del Acta Magnitski. “La gente sigue detenida en Guantánamo con grilletes y durante los años no les presentan acusaciones. ¿Se imaginan si esto pasara en nuestro país? Nos habrían comido vivos”, dijo Putin durante la conferencia de prensa.

El presidente destacó que EE.UU. interviene en los asuntos internos de Rusia tratando de defender los derechos humanos de los prisioneros, pero sugirió que no estaría de más que prestaran más atención a sus propios problemas, en concreto a lo que ocurre en las cárceles de Abu Ghraib y Guantánamo. 
“No lo sabemos, pero puede que EE.UU. siga recurriendo a las torturas”, remachó Putin.
Interpelado sobre el Acta Magnitski, que prohíbe a decenas de funcionarios rusos entrar en territorio estadounidense, Putin dijo que su opinión coincide con la posición de la Duma Estatal, que ratificó en segunda lectura las enmiendas al proyecto de la ley Dima Yakovlev, una de las cuales prohíbe la adopción de niños rusos por ciudadanos estadounidenses.
“Es una respuesta emocional de la Duma Estatal, pero yo considero que es adecuada”, dijo Putin.

Putin reprobó la actitud de las autoridades de EE.UU. en relación al maltrato de los niños rusos adoptados. “EE.UU. libera de responsabilidad de orden penal a quienes cometieron acciones delictivas hacia los niños rusos”, denunció.
El presidente explicó que a Moscú no le indigna que EE.UU. adopte medidas contra los funcionarios rusos corruptos, sino la sustitución por EE.UU. de una ley antisoviética por otra antirrusa. "Si nuestros colegas en el extranjero nos ayudan a identificar a los que violan [las leyes de Rusia], vamos a estar agradecidos, e incluso estamos dispuestos a darles una prima por ello", señaló.

"Pero no se trata de los funcionarios. Se trata del hecho de que ellos reemplazan una ley antisoviética  [la enmienda Jackson-Vanik]  por otra. No pueden pasar sin ello de ningún modo",  se lamentó Putin.  “EE.UU. trata de permanecer en el pasado y eso es muy malo”, recalcó.

  

La presidencia rusa del G-20

 
Respondiendo a la pregunta del canal RT sobre la presidencia rusa del G-20 y las discrepancias sobre la agenda global entre países occidentales y del bloque BRICS, Putin dijo que Rusia opta por el enfoque liberal y no por la imposición de una agenda.“Nos gustaría dedicar nuestra presidencia a dos cosas principales: el crecimiento económico y la creación de más empleos”, indicó Putin.
“Rusia es el país organizador, pero es uno de los participantes, no el comandante que va a imponer una agenda”, agregó el presidente, señalando que la cuestión sobre el lugar concreto donde se celebrará la cumbre del G-20 en Rusia sigue abierto. 

Siria sobre la mesa


Hablando sobre la situación en Siria  Vladímir Putin, dijo que Rusia está preocupada, no por el destino del régimen de Assad, sino por el futuro de este país.
“No estamos preocupados por el destino del régimen de Assad, entendemos lo que está pasando allí, que la familia lleva en el poder 40 años. Ciertamente, se requieren cambios", dijo Putin, que puntualizó: "Estamos más preocupados por otra cosa: ¿Qué es lo que va a pasar?".
"No queremos que, si la oposición llega al poder, comience una lucha contra las autoridades [actuales] que pasaría a estar en la oposición", subrayó Putin, agregando que Rusia se inclina por la opción que libere a Siria de la guerra civil incesante.
 

Las relaciones con EE.UU.

  La cuestión de la defensa antimisil sigue siendo vital en las relaciones con EE.UU., pero Putin dijo que si Rusia no responde a las acciones de EE.UU. respecto a la defensa antimisiles, ello supondría la neutralización de su potencial de misiles nucleares.

“En las relaciones ruso-estadounidenses debemos ser pacientes y buscar un compromiso, pero la seguridad nacional rusa debería estar garantizada”, recalcó. 

En general, el presidente ruso reconoció que relaciones entre Rusia y EE.UU. se  deterioraron debido a los desacuerdos sobre Irak. "Básicamente tuvimos unas relaciones normales, buenas [con  EE.UU.] Se deterioraron en cierta medida debido al hecho de que teníamos una posición diferente sobre Irak. A partir de aquí empezaron los problemas”, indicó.

Sobre  el "reinicio" de las relaciones entre Rusia  y EE.UU., una expresión evocada por la Casa Blanca tras la llegada de Barack Obama al poder en 2008, el presidente dijo que no sabía "lo que había que reiniciar", ya que el término fue inventado en Washington. 
 
 Vladímir Putin se mostró satisfecho por los logros de su gestión, pero se mostró esperanzado en que "los futuros líderes del país sean aún más exitosos".