"Los líderes iraníes saben que las sanciones tienen un impacto significativo. No deben tener duda alguna de que la comunidad internacional seguirá con la presión hasta que estén dispuestos a negociar con buena fe y den pasos concretos necesarios para convencer a la comunidad internacional de que no están desarrollando armas nucleares", comentó el ministro para Oriente Próximo y África del Norte del Reino Unido, Alistair Burt.
Mientras tanto, a inicios de esta semana el viceministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica, Hossein Amir Abdollahian, insistió en que a pesar de la presión por parte de EE.UU. y la UE, el comercio del país no se ha visto dañado a nivel global, ni siquiera las exportaciones de crudo. Comunicó que a lo largo de 2012 los envíos de petróleo iraní han superado los del año anterior, debido a que Teherán logró hacerse líder en nuevos mercados.
Según los analistas, el embargo al crudo iraní ya se volvió en contra del negocio europeo. "Más sanciones, más dificultades para exportar los productos iraníes hacia Europa, redundará también en la crisis europea", insistió ante RT el periodista Eloy Pardo. Han sido las economías más vulnerables de la zona euro -Grecia, Italia y España- las que más han sufrido. Las importaciones de Irán alcanzaban un 35% de todo el consumo de crudo en Grecia, un 15% en España y un 13% en Italia.
En cuanto al embargo al gas iraní que entró en vigor este 22 de diciembre, es muy poco probable que afecte a Teherán. A pesar de que la República Islámica posee los recursos más significativos de gas natural del mundo después de Rusia, las exportaciones de gas a Europa nunca han sido el punto más importante del comercio exterior de Teherán.