Los manifestantes, la mayoría de los cuales son miembros de organizaciones femeninas, estudiantiles y juveniles, piden la pena de muerte para los seis acusados y detenidos por la Policía.
La violencia empezó cuando los manifestantes trataron de pasar más allá de las vallas de seguridad policial para marchar hacia el palacio presidencial. Al menos, seis personas fueron detenidas y cuatro resultaron heridas durante el choque con la Policía.
En la India se produce una violación cada 18 horas de media. El acoso sexual es moneda corriente.
El Gobierno indio ha tratado de detener la creciente indignación por las violaciones al anunciar una serie de medidas con el fin de aumentar la seguridad para las mujeres en la capital, Nueva Delhi, entre las cuales están que haya más patrullas policiales nocturnas, el control de los conductores de autobús y sus ayudantes, y la prohibición de autobuses con vidrios polarizados o cortinas.
El Parlamento indio está considerando castigar hasta con cadena perpetua a los criminales, pero la mayoría de los ciudadanos abogan por la pena capital en lo que se refiere a situaciones agravantes o casos de violaciones múltiples.