El Ministerio de Defensa de Corea del Sur confirmó este domingo que ha autorizado a los grupos cristianos a que decoren y enciendan la enorme torre de acero, que permanecerá iluminada hasta el 2 de enero.
Pyongyang ve la torre como parte de la guerra propagandista del país vecino, aunque no se ha pronunciado oficialmente sobre la iluminación de este año.
Tradicionalmente, con motivo de las fiestas navideñas y de año nuevo, esta torre de acero de 30 metros es decorada con miles de luces de colores, lo que le confiere el aspecto de un árbol de Navidad.
El año pasado las autoridades norcoreanas instaron a sus vecinos del sur a abstenerse de encender las luces de Navidad, amenazándoles con "consecuencias impredecibles". La petición estuvo motivada principalmente por la muerte del líder norcoreano Kim Jong Il en diciembre y Seúl se mostró condescendiente, pidiendo a la comunidad cristiana que no decorase la torre.
La última vez que se iluminó la torre fue en 2010.
El árbol navideño ha sido encendido diez días después de que Pyongyang lanzara un cohete que puso en órbita un satélite meteorológico, hecho que fue condenado por varios países, debido a las prohibiciones de pruebas con misiles que pesan sobre el país asiático.