La campaña arrancó este lunes en una iglesia del distrito de Iztapalapa, uno de los más poblados del continente, y ya ha recaudado más de 90 armas.
Las autoridades han declarado amnistía por la posesión ilegal y garantizado el anonimato a los que entreguen las armas.
Una oferta especial ha sido propuesta a los niños, que pueden cambiar sus armas de juguete por juguetes pacíficos, como cochecitos y muñecas.
Los coordinadores de esa iniciativa explicaron que así intentan apartar las armas de los niños, en particular en los barrios más pobres de la ciudad.