La ley también impone a varios estadounidenses que vulneran los derechos de los ciudadanos rusos sanciones como la imposibilidad de entrar en el territorio de Rusia y la incautación de sus activos financieros y el bloqueo de cualquier negocio inmobiliario en el país.
Además, la ley prohíbe el trabajo en Rusia de organizaciones sin fines de lucro financiadas desde EE.UU.
Al proyecto solo le falta la sanción presidencial para convertirse en ley.
La Cámara Baja del Parlamento ruso aprobó el documento el viernes pasado en respuesta a la Ley Magnitski, que impone sanciones a una decena de funcionarios rusos supuestamente vinculados con la muerte del abogado Serguéi Magnitski.
El nombre del proyecto de ley proviene del caso de Dima Yákovlev, un niño ruso de dos años que murió en EE.UU. después de que su padre adoptivo lo dejara encerrado en un coche. La justicia estadounidense absolvió a los padres del menor.