Pese a la creciente oposición a uno de los más secretos programas de espionaje en EE.UU., el Senado votó este viernes 73 a 23 para prorrogar las enmiendas de 2008 a la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA).
La FISA fue sancionada como ley en 1978, en tiempos del entonces presidente Jimmy Carter, pero las enmiendas se agregaron tres décadas más tarde, bajo el gobierno de George W. Bush. Estas estipulan que el Gobierno puede llevar a cabo un espionaje generalizado de correos electrónicos y llamadas telefónicas de estadounidenses dirigidas a extranjeros.
Esta práctica puede afectar a cualquier ciudadano o residente de EE.UU. que presuntamente esté relacionado con grupos terroristas extranjeros. Sin embargo, los opositores de la norma consideran que es algo que le da demasiada libertad a los servicios de seguridad.
Algunos activistas de derechos civiles estiman que cada día los servicios de seguridad interceptan y guardan cerca de 1.700 millones de mensajes electrónicos y llamadas de todo tipo, lo que “equivaldría a un centenar de millones de libros”, según un informe de la Unión Americana por las Libertades Civiles.
Ya antes de que el Senado se reuniera esta semana, el Ejecutivo dio a entender que apoya la prórroga de la ley.
La Cámara de Representantes aprobó la medida en septiembre pasado.