Un ciudadano de Corea del Norte fue ejecutado públicamente por haber llamado por teléfono celular a su amigo que huyó a Corea del Sur nueve años atrás. El hombre, de nombre Jung, trabajaba en una fábrica de municiones y fue acusado de divulgar el precio del arroz y dar información sobre las condiciones de vida en Corea del Norte durante la llamada.
Fue ejecutado a finales de enero pasado por un pelotón de fusilamiento en la ciudad nororiental de Hamheung, después de que se encontró un teléfono celular chino en su casa, informó la Radio Abierta para Corea del Norte, transmisora con sede en Seúl y especializada en divulgar información para el vecino país norteño.
La primera red de telefonía movil se instaló en Pyongyang y otras ciudades norcoreanos en el 2003. Pero un año más tarde, el gobierno suspendió todo el servicio debido a que con uno de estos aparatos se activó una explosión en una estación de trenes que dejó un saldo de 160 muertos y 1.300 heridos.
La prohibición se levantó recién empezado el 2008, cuando Corea del Norte instaló una avanzada red de telefonía celular en colaboración con la empresa egipcia Orascom Telecom. Sin embargo, el uso de teléfonos móviles está restringido y las llamadas al exterior están prohibidas. Pero según informes, hoy en día casi 10 mil norcoreanos que viven en las zonas fronterizas con China poseen teléfonos celulares llevados ilícitamente desde ese país y usan las redes de telefonía celular chinas.