La presidenta saliente de Chile, Michelle Bachelet, anunció que la reconstrucción de los daños provocados por el terremoto de 8,8 grados y los posteriores tsunamis, podría prolongarse por un periodo de tiempo de entre tres y cuatro años.
Un poco antes de viajar a las zonas del Maule y Biobío, las más afectadas por el seísmo, la mandataria estimó que la recuperación tardaría “prácticamente todo el próximo mandato presidencial”.
El presidente electo, Sebastian Piñera, asume la presidencia el 11 de marzo y, según Bachelet, que advirtió que la magnitud de los daños es enorme, necesitará de créditos del Banco Mundial o de ayuda financiera de diferentes organismos internacionales para superar las consecuencias del sismo. "Vamos a tener que pedir y esperamos que a través del Banco Mundial y de otras iniciativas dispongamos del (dinero) suficiente. Hay una destrucción de infraestructura, de carreteras, tenemos en las zonas afectadas 29 hospitales muy, muy dañados", señaló la mandataria.
Según especialistas, los daños materiales provocados por la catástrofe se estiman en 30.000 millones de dólares (lo que equivale a cerca de un 15% del Producto Interior Bruto). Sin embargo, la suma podría multiplicarse una vez cuenten con una información más completa.
Bachelet llamó a colaborar con la maratón telivisiva 'Chile ayuda a Chile' que busca reunir 15.000 millones de pesos para la construcción de 30.000 viviendas. Dijo que “muchos artistas extranjeros vendrán a la campaña”, que se realizará el viernes y sábado y agregó que “todos los recursos se van a hacer pocos para ir en ayuda de los chilenos”.
Mientras tanto, la comunidad internacional reúne sus esfuerzos para prestar asistencia humanitaria al país sudamericano. Estados como Argentina, Brasil, EE. UU. o China ya enviaron a las regiones del Maule y Biobío toneladas de alimentos y ayuda para las operaciones de rescate.
El 3 de marzo partió a Chile el primer vuelo ruso con ayuda humanitaria que incluye tiendas de campaña, generadores eléctricos, mantas y alimentos. El 4 de marzo un segundo avión ruso salió en dirección a la capital chilena.
Según los últimos datos, el terremoto causó la muerte de 802 personas y dejó 2 millones de damnificados, la mayoría de los cuales perdieron sus hogares.