Condenan a los islamistas del 'Cuarteto de Sauerland' en Alemania
La Audiencia Territorial de Dusseldorf, en la zona oeste de Alemania, condenó a penas de entre 5 y 12 años de cárcel a una célula terrorista islamista por planear atentados en el país en 2007.
A los cuatro miembros de la Unión de la Yihad Islámica se les conoce como el ‘Cuarteto de Sauerland’, porque tres de sus integrantes fueron detenidos en una casa vacacional situada en este Estado alemán.
A los condenados, dos de ellos alemanes convertidos al Islam, se les decomisó 735 kilogramos de peróxido de hidrógeno, la sustancia utilizada en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
El fiscal Volker Brinkmann sostuvo durante el juicio que los cuatro acusados actuaron movidos por el fanatismo religioso y el odio al Ejército de EE.UU. y que asumían la posibilidad de que en sus atentados muriesen mujeres y niños inocentes.
En su acusación, el fiscal advirtió contra “la úlcera cancerosa del terrorismo islamista” que no conoce tabúes y elige a sus víctimas de manera completamente arbitraria.
Los islamistas admitieron su intención de atentar contra las tropas estadounidenses y objetivos civiles alemanes por encargo de la Unión de la Yihad Islámica (IJU), vinculada a Al Qaeda, para sembrar el terror en Alemania de forma similar a lo ocurrido en Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001.
Según las pesquisas policiales, el grupo tenía entre sus objetivos potenciales tres discotecasfrecuentadas por soldados estadounidenses, la base militar norteamericana de Ramstein, en el oeste de Alemania, y un aeropuerto.
Tres de los miembros del grupo fueron detenidos a fines de 2007, tras meses de investigaciones, en Sauerland; el cuarto fue apresado en Turquía.
El tribunal condenó a 12 años de cárcel a los alemanes Daniel Schneider y Fritz Gelowicz, ambos musulmanes, por pertenencia a una organización terrorista y por conspiración para planear asesinatos masivos.
Los germano- turcos Adem Yilmaz y Atilla Selek fueron condenados a 11 y 5 años, respectivamente. En el caso de Selek, sólo se le consideró culpable de un delito de colaboración con un grupo terrorista.