Topete opina que es comprensible el hecho de que los nombres de grupos o individuos involucrados hayan sido ocultados ya que -sostiene- "esos nombres pueden ser ligados al mismo sistema represor" o al mismo sistema contra el que se manifiesta el movimiento Ocupa Wall Street.
"Puede ser una especie de contrainteligencia, a fin de cuentas puede ser una forma de llamar la atención de aquellos que intenten de alguna forma revivir el movimiento y así inculcar algo de miedo hacia las nuevas protestas o las nuevas manifestaciones que se puedan llevar a cabo", resume Topete.
El complot destapado tenía supuestamente como fin asesinar a miembros del movimiento Ocupa Wall Street en las protestas organizadas a lo largo y ancho de EE.UU. Según consta en documentos secretos entregados a la Asociación para la Justicia Civil (Partnership for Civil Justice Fund, PCJF), el FBI supo con antelación que el plan se estaba tramando pero no hizo ninguna advertencia.