Las duras medidas de restricción monetaria anunciadas por el gobierno helénico provocaron tomas de edificios públicos, bloqueo de calles y otras manifestaciones violentas en Atenas.
En la capital griega decenas de manifestantes atacaron a un cordón policial, después de que estos intentaron disolver a los grupos más agresivos. La protesta fue dirigida contra las medidas económicas estabilizadoras instauradas por el gobierno socialista, mismas que incluyen el congelamiento inmediato de jubilaciones, además de recortes salariales en el sector público y un brusco aumento del IVA.
Cientos de trabajadores ocuparon las oficinas del ministerio de Finanzas en el centro de la capital, en cuya fachada desplegaron una gigantesca pancarta que rezaba: "A levantarse. Las medidas no pasarán".
Las autoridades emplearon gases lacrimógenos y detuvieron a varios manifestantes.
La reacción de otros países miembros de La Unión Europea fue menos belicosa pero sorprendente. Ante la adopción de estas medidas anti populares, un grupo de diputados del Congreso Federal alemán (Bundestag) aconsejó al gobierno griego vender algunas de las islas de los archipiélagos del Mar Egeo para salir de la crisis financiera.
"El que está en bancarrota tiene que convertir en dinero todo lo que tiene para pagar a los acreedores. El Estado griego debe desprenderse de forma radical de sus participaciones en empresas y también vender terrenos, como por ejemplo sus islas deshabitadas", sostuvo el diputado democratacristiano Frank Schäffler, experto en finanzas del Partido Liberal, socio menor de la coalición de la presidenta Ángela Merkel.
La propuesta fue rechazada tajantemente por el Ministro adjunto de Relaciones Exteriores de Grecia, Dimitris Drutsas.“Tuve asimismo la oportunidad de escuchar propuestas de que Grecia venda la Acrópolis”, ironizó durante una conferencia de prensa en Nueva York. “Creo que debemos concentrarnos en que el gobierno griego elabore un programa de ahorro realmente serio”, dijo luego de calificar dichos consejos como "inapropiados".
Drutsas también aseguró que su país no tiene planes para solicitar la asistencia del Fondo Monetario Internacional con objetivo de superar la crisis financiera. “No hay un plan alguno respecto al FMI”, concluyó