"Rusia está abierta al diálogo con todas las fuerzas políticas en Georgia". Así lo confirmó el primer ministro Vladímir Putin durante su reunión en Moscú con una de los líderes de la oposición georgiana: Nino Burjanadze.
Putin dio una cordial bienvenida a la ex presidenta del Parlamento georgiano y lamentó que las relaciones diplomáticas se hubieran estropeado tras los dramáticos eventos del 2008.
Burdjanadze, a su vez, afirmó que la reanudación de los lazos también se corresponde con los intereses de su pueblo.
El jefe del Gobierno ruso expresó su esperanza de que las relaciones con Georgia vuelvan a normalizarse en el futuro: “Estamos dispuestos a desarrollar las relaciones con todas las fuerzas políticas. También nos gustaría reanudar los lazos con la sociedad civil, con el pueblo georgiano ante todo”.
Agregó que “por desgracia, no logramos construir las relaciones con algunas personas en el gobierno de Georgia”. Aún más, cree que “precisamente su política fue la causa de la tragedia que ocurrió hace un año y medio”.
Sin embargo, dijo Putin, “con el transcurso del tiempo, espero que logremos restablecer el nivel de las relaciones que tuvimos antes de esta crisis, apoyándonos en la gente que realmente quiere tener buenas relaciones con Rusia”.
Mientras tanto, los expertos temen que el reciente encuentro pueda traer resultados ambiguos. Irina Kobrinskaya, experta de relaciones internacionales, comentó que, por un lado, la visita de Burjanadze a Moscú puede servir de mensaje claro para el pueblo georgiano y la oposición de que el Gobierno de Rusia está dispuesto a restablecer las relaciones. Por otra parte, el presidente georgiano Saakashvili puede irritarse, puesto que puede calificar a esta visita como un intento de socavar su posición.