Testigos aseguran que durante los choques la policía practicó varias detenciones que -según comentarios de manifestantes aparecidos en la red social Twitter- podrían ascender a 20.
Tras las elecciones parlamentarias de diciembre, las autoridades condicionaron la organización de manifestaciones a la obtención de un permiso por escrito de las autoridades, medida que los activistas consideran como una maniobra del poder para aplastar la creciente ola de indignación popular.
Los kuwaitíes no dejan de movilizarse en las calles de la capital para exigir la disolución del Parlamento, elegido el pasado 1 de diciembre, así como la cancelación de las últimas modificaciones de la ley electoral. En octubre las autoridades modificaron el sistema electoral reduciendo el número de candidatos que un votante tiene derecho a elegir, pasando de un máximo de cuatro a solo uno.